Recorriendo el “Viale del Lavoro” que nos lleva a la zona de “Veronafiere”, pronto nos damos cuenta de la cantidad de visitantes que han llegado a la ciudad con motivo de Vinitaly: se estiman 4.000 expositores y una concurrencia de público sin precedentes, que afluyen desde los primeros pabellones (Emilia Romagna y Lazio) por todo el recinto ferial.
Vinitaly se inicia y está en pleno apogeo: entre los pabellones tradicionales dedicados a las regiones de Italia, hay una sección dedicada a los vinos internacionales, donde España logra la primacía, con la presencia de 18 bodegas.
En comparación con la edición pasada, ha aumentado el espacio dedicado a los vinos biológicos, llamado Vinitalybio. Respecto a estos últimos, hay que otorgar una mención especial a la bodega Colomba Bianca, que este año se ha revelado como la mayor productora de vino biológico en Italia.
La sensación que se percibe recorriendo los pabellones, en estos momentos, es de una gran expectación: es evidente el empuje de la industria del vino hacia un futuro global y la gran función que desempeñan los productos italianos en esta dirección.
Es necesario por tanto, premiar el esfuerzo que están haciendo las bodegas italianas para dar a conocer al mundo sus vinos y como consecuencia, las diferentes y fascinantes regiones que reflejan la diversidad y riqueza de nuestro hermoso país, “Bel paese”.
Para nosotros, Vinitaly ha cumplido con las expectativas, y esperamos que las estrategias de la industria agroalimentaria sigan respaldando este mercado en continuo crecimiento.