Una de las pocas certezas que ha dejado el año 2020 ha sido que las personas, a pesar del período de emergencia e incertidumbre que estaban viviendo, no han renunciado al consumo de vino.
De hecho, en Estados Unidos, los americanos bebieron más vino italiano (+ 2%) con respecto al año anterior y el consumo doméstico se incrementó en un 10%. Además es en América, donde el vino espumoso italiano es la variedad que más aumentado en volumen (+ 25%), superando incluso al champán.
En cambio, en Sudáfrica la situación ha sido, y sigue siendo, más crítica por la pandemia debido a la variante sudafricana que está provocando un dramático aumento del número de contagios.
El presidente Sudafricano ha prohibido el negocio del vino para no agobiar aún más las estructuras sanitarias ocupadas en lidiar con la Covid. Todo ello ha tenido consecuencias para los productores italianos, que en Sudáfrica normalmente encuentran un mercado muy maduro.
¿Y qué tal fue el comportamiento en Italia?
También en nuestro país se bebió más vino italiano que en 2019 (+ 5,5% en volumen y + 7% en valor), y el mercado ha conseguido resistir, a pesar de un incremento del número de las existencias de aproximadamente el 4,4% y de una disminución de la exportación agro-alimentaria.
Según los datos Istat analizados por WineNews, en los primeros 10 meses de 2020 (último dato disponible), el vino ha mantenido una flexión de sólo -3,3% con respecto a los primeros 11 meses de 2019, totalizando más de 5.000 millones de euros.
Parece entonces que, entre todas las excelencias italianas, el vino ha sido la que mejor ha resistido a los desafíos de esta pandemia.